Home Sweet Home

El Salón Internacional del Mueble de Milán es un gran aparador de los estilos de vida contemporáneos que cada año recoge, a lo largo de una intensa semana, las novedades provenientes de todo el mundo. Una ocasión para compartir e intercambiar ideas de todo un sector pero, depende de cómo se plantee, una especie de brújula que nos indica las tendencias y algo más sobre cómo viviremos en el futuro. Lejos de ser una ocasión solo para los encargados de los trabajos, lo que pasa en el Salón y cómo se conjuga de forma social e inclusiva, el Fuorisalone nos afecta de cerca, ya que el diseño interactúa ya con todos los aspectos de nuestra vida y, en un último análisis, tiene que ver con nuestro bienestar mucho más de lo que imaginamos. ¿Qué desafíos nos esperan en este escenario cada vez más digital y conectado? En la última Design Week hemos recopilado una serie de sugerencias que han ampliado la forma cómo vemos el futuro próximo.

Sostenibilidad completa

El Salón del Mueble corrobora una vez más que el mundo del diseño apunta con convicción a lo verde, con acciones concretas y mensurables: de la elección de los materiales a las técnicas de producción o el embalaje, es evidente el compromiso cada vez mayor de las marcas con la economía circular, la utilización de los materiales reciclados y reciclables y la conversión de toda la hilera productiva en clave de la eficiencia energética. Una de las tendencias sin duda más interesantes se refiere a las decoraciones que se pueden reparar, son expandibles o modulares: los conceptos de long life y second life (reutilización inteligente de los objetos una vez ha finalizado el cometido para el que se han producido) son básicos, así como la usabilidad y la estética.

Diseño cada vez más democrático

Cada vez más marcas se orientan hacia las colecciones cápsula en colaboración con diseñadores famosos, con el objetivo de proponer decoraciones de calidad, funcionales y estéticamente agradables a un precio accesible. Un enfoque ético y responsable que mira al futuro pero que también está asociado a la lección de los grandes maestros del pasado y al fin último del diseño: mejorar la calidad de vida de las personas.

Menos digital, más real

Uno de los conceptos más evocados en esta edición ha sido la desconexión. Según recientes estudios, las personas buscan actividades manuales, auténticas, para compensar el (mucho) tiempo que transcurren delante de una pantalla. «El cansancio digital es real —confirma Lisa White, directora creativa de la sociedad de análisis británico Wgsn—. Recibimos mucha información de las redes sociales y del ámbito digital, y, a veces, necesitamos hacer una pausa. Las marcas tecnológicas están comenzando a fabricar dispositivos ambientales que ayuden a reducir el estrés, realizando determinadas tareas de forma autónoma y ofreciendo notificaciones menos invasivas.» En una reciente investigación realizada por Wgsn en Canadá, Francia, Italia, Alemania, Reino Unido y Estados Unidos, el 47% de los entrevistados ha declarado que, debido al cansancio digital, desea pasar tiempo sin realizar ninguna actividad con los dispositivos conectados.

Redondo es mejor

Numerosas investigaciones coinciden en afirmar que el cerebro humano está preparado para asociar lo redondo a la felicidad y al relax: se puede explicar de esta manera el gran retorno de decoraciones con formas suaves y envolventes que aportan dinamismo y fluidez a los ambientes. Sillones y sofás curvilíneos, mesas con ángulos achaflanados, tejidos bordados y camas con cabezales acogedores como un abrazo que invitan al relax, eliminando cualquier barrera física y angulosidad. Una tendencia que, en parte, evoca el diseño vintage de los años cincuenta, revisado en clave contemporánea.

Vidrios y espejos

Entre las tendencias en ascenso, las texturas reflectantes. Cómplices los espacios cada vez más reducidos y el deseo de ambientes luminosos, el Salón del Mueble ha celebrado el retorno con gran estilo de las superficies reflectantes —de vidrio muy claro o en acabado arenado, estriado, antiguo— en combinación con decoraciones y complementos de color claro. Un himno potente a la luz en todas sus formas.

Metales superstar

Entre los materiales más vistos está el metal, sobre todo el acabado bruñido. En esta especial presentación, el metal rompe los esquemas de decoración anteriores y aporta personalidad a los ambientes gracias a un cambio de intensidad cromática muy incisivo.

En el Salón diversas marcas han presentado su interpretación en forma no solo de decoración —mesitas, sillas, mesas— sino también de paredes decorativas completas y elegantes biombos.

Conectados a la naturaleza

La pandemia y los meses de confinamiento nos han hecho descubrir el amor por lo verde, sobre todo entre los más jóvenes. El creciente interés por la jardinería está destinado a aumentar, convirtiéndose en parte de nuestras costumbres diarias. Bien sea una pared verde vertical en el interior o un pequeño huerto que cultivar en la terraza, parece que el cuidado de las plantas nos hará compañía aún durante mucho tiempo. Y cada vez más relacionada con esta tendencia «green», sigue la vinculación con la madera, sobre todo en acabado y texturas naturales, para una inmersión en la naturaleza no solo visual, sino también táctil.

Ultradécor mirando hacia arriba

Instagram y Pinterest, las redes sociales más vinculadas con las imágenes y la estética, están influyendo en las opciones de decoración de los más jóvenes, que buscan en línea ideas e inspiración. Entre las tendencias del último año, una se centra en el techo, cada vez más protagonista de los restyling creativos. Bien se trate de pintar las vigas con un color que contraste, revestirlas con papel pintado o iluminarlas con efectos, la llamada quinta pared está destinada a salir del anonimato y a recibir la misma atención que, durante años, se ha dedicado a las superficies verticales.

El poder del perfume

Velas y ambientadores han entrado de manera estable en nuestras casas y la tendencia no ha pasado desapercibida para el marketing, que ha acuñado un término, scent scaping, que define el poder de las fragancias para crear emociones y sensaciones vinculadas a un lugar o a una experiencia. Por otra parte, el perfume puede conectar con emociones profundas y quedar grabado en la memoria mucho más que las imágenes. En el futuro, el marketing olfativo tendrá una importancia cada vez mayor para influir en las decisiones de compra de las personas.

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